martes, 26 de junio de 2007

Abrió sus ojos e intentó buscarse, su pelo quizás esté un poco más oscuro, pero siguen siendo los mismos bucles, los años marcaron sus gestos con surcos vividos y sufridos, su parpadear tan peculiar como si el viento soplase en su cara... como si una brisa le ganara el cuerpo, intentó buscarse y sintió que en el espejo quedó guardado el resto de su vida, sus reflejos, la sombra que espantaba el reloj de los sueños, el espejo le mostraba palabras que no pudo entender, líneas rápidas que no coincidían con su fisonomía, destellos de una anatomía muy lejana a ser la de ella...
Se buscó nuevamente por cada sitio en donde nació y murió. Se buscó en los mordizcos que noche a noche le daba a la luna para seguir sus secretos.
Se buscó en los destellos de su sombra, en los trazos de su madera, en el líquido de sus palabras.
El cristal del mundo paralelo era tan diferente a lo que había planeado que con pasos firmes casi temblorosos se acercó a ese placar construido de miradas y agarró sus alas...
De repente, dicen, que un huracán con aroma flores recorrió cada rincón del planeta, cada refugio de un país, cada cueva desde Isla Verde a Mar del Plata y viceversa...
Los que vivieron ese momento comentan, que hojas cibernéticas hechas de relámpagos marcaron un camino que regalaba magia, que irradiaba calor, que escribía risas y canciones. Todo fue inexplicable. Todo sucedió en menos de un cerrar y abrir de ojos...
Abrió sus ojos e intentó buscarse y esta vez se sintió libre, al fin había despegado...

viernes, 15 de junio de 2007


...Entonces me amordase los labios y sequé mis lágrimas. Encubrí mis ojos con el lienzo de las musas. Escuché mi eco y corrí del temor al horror. Compuse y descompuse silencios...

Miré ya cegada, el sol, que quemaba... y de repente descubrí que mi alma ya no estaba. La tristeza que me estalla es más que simples palabras, es la textura del silencio y los clavos de una venganza.

Dolor que por más empeño no puedo acompañar con verbos, angustia que por más llanto no logro desahogar, duele profundo y duele intenso, como si el corazón se negara a reconocer que es recuerdo, y lo mantiene vivo, y lo revive en el vacío de la noche, en las agujas detenidas, en las paredes gélidas...

Quizá la lucha entre la semántica y sintáctica de los significados no me permiten entender que la guerra es conmigo misma, con lo que era, con lo que soy, con lo que no pude ser, con lo que fuí y dejaste ir, con lo que fuiste y nunca supe... Soy yo protagonizando a la víctima y al verdugo.

sábado, 9 de junio de 2007

El eco del viento retumba musicalmente entre las murallas del silencio, como un sonido subyacente a mis oídos.
Me convence con su plegaria elocuente y sincera, mengua mi sed con sus notas húmedas volcadas en un
pentagrama de niebla, alimenta mi goce, llena la noche vacía...
El viento bailó en mis cabellos y me ha regalado su secreto... puedo volar...
Y así, mientras ofrezco más de lo que puedo ser y más de lo que puedo tener ,ansío que ésto nunca termine.
La armonía de un sonido extraño logra extraerme del mundo que me transforma en aquello que nunca soñé ser,
en algo que nunca he visto.
Ni en la locura permanente del alma que se fusiona, que divaga, que se extiende y contrae rompen esos muros huracanados que me separan de la brisa gris que me perturba.
El viento baila en mis cabellos, se adormece en mi cuerpo, se estrangula con mis deseos y secretos.

Sublime Sensación....